El mundo contemporáneo propone a los individuos todo salvo devenir sujeto. En este sentido; se puede sostener la tesis de que el mundo contemporáneo es la idea de la muerte del sujeto como tal; en beneficio de la existencia de animales humanos competitivos que se reparten -por otra parte; en condiciones de desigualdad absoluta- los recursos disponibles.Entonces; desde este punto de vista; se trata de proponer una resurrección del sujeto o más exactamente una resurrección de los sujetos o; si usted quiere; una resurrección de la subjetividad; dando por sentado que por subjetividad se entiende siempre la relación; el tocar; la incorporación a un proceso de verdad.Por lo tanto; si la gran cuestión de hoy; con el nombre de retorno del marxismo; reafirmación de la Idea; oposición al capitalismo mundializado; puede ser descrita en cierto sentido como una resurrección ?resurrección con respecto al estado de muerte del sujeto instituido por el triunfo del universo mercantil y competitivo; del capitalismo globalizado?; entonces; evidentemente; esta resurrección es esencialmente afirmativa. Ella no tiene por esencia la destrucción de la muerte ni acarrear la destrucción del capitalismo; aunque pueda orientarse en esta dirección; tiene por esencia la reaparición de la posibilidad de ser y de hacer que el individuo viva a la altura del sujeto que es capaz de ser. Porque; a fin de cuentas; pienso que la verdadera vida se da cuando un individuo percibe que es capaz para mucho más de lo que se sabía capaz; cuando franquea su propio límite interior; en materia precisamente de afirmación creadora; de puesta en marcha de una idea colectiva.