Los cinco títulos que cobijan los poemas de Aral, anuncian experiencias definitivas que dan cuenta del ciclo de vida. Se trata de un recorrido temporal resumido en sutiles imágenes que van dando cuenta de lo que queda tras el curso de los días y de cómo, en cada etapa, los acontecimientos dejan empavonada la realidad. Uno va encontrando, en breves líneas que relucen en la página como piedrecitas romas, huellas del devenir de una vida que se pregunta por la condición humana.