La vida y las conquistas del pianista más importante de nuestro país estuvieron definidas por su precocidad. Claudio Arrau (1903-1991) creció escuchando que sus dotes en la música eran las de un ?niño prodigio?. A los tres años memorizaba piezas que su madre tocaba en el piano, aprendió a leer partituras antes que palabras en un texto y ya a los ocho el gobierno chileno lo becó para que estudiara en Berlín, Alemania. En 1914, mostraba su talento en un primer concierto europeo.