La verdad que buscamos no siempre coincide con aquella que
finalmente nos termina por encontrar. Como de un país se vale
de la simultaneidad del contrapunto para conducir una
búsqueda de la verdad que involucra la infancia y madurez de
sus personajes, a medio camino entre Chile y Francia, y en una
época no tan lejana, cuyas consecuencias aún se reflejan en la
actualidad. Nadie niega que la niñez es sagrada; sin embargo,
no pocas veces la misma historia se encarga de desacralizarla.
De ello dan testimonio los tres niños cuyas vidas se entrelazan
en esta novela, cada cual, con un timbre propio, pero formando
parte del mismo acorde existencial.