Dos cronistas argentinos viajan a la península coreana sin cruzarse - uno al norte, el otro al sur - y contrastan visiones sobre cómo se vive el último capítulo de la Guerra Fría. Corea del Norte llevó la idea del comunismo a un insólito sistema cuasi monárquico basado en la sacralización del líder y en una sociedad disciplinaria. Corea del Sur desarrollo un autoritario tecnocapitalismo que centró la exigencia en el estudio y el trabajo, generando altísimos niveles de estrés, explotación y suicidios. En el norte Wizenberg traspasa la muralla antidigital dela 'dinastía' Kim construida para que no se vea nada desde fuera y no haya contacto con el exterior. En el sur, Varsavsky observa cómo avanza la 'sociedad del cansancio', con ciudadanos deprimidos atrapados entre la realidad física y virtual. En la tercera parte del libro, los periodistas aplican la obra filosófica del coreano Byung Chul Han, quien analiza la sociedad digital y la lógica del neoliberalismo. Y descubren que los dos modelos se parecen y complementan más de lo que imaginaban, como dos caras de una misma moneda que gira en el aire sin terminar de caer, justo sobre un 'polvorín nuclear'.