Desde la existencia de la era digital y la cibernética, la fotografía circula de una manera tan veloz y vertiginosa, que es imposible contabilizarla (agotamiento de la visualidad) y en cierto modo visibilizarla. Son imágenes fugaces y efímeras que, a pesar de ello, nos permiten permear momentos de contemplación y observación ante un mundo de agitación y constantes cambios sociales y políticos.
En este primer número nos queremos acercar a la problemática del documentalismo y territorio. Ambas nociones son contemporáneas y atemporales. Por un lado, la cuestión documentalista está referida a registrar algo, pero aclarando que el hecho de registrar no implica que esto no tenga un valor autoral o biográfico. Justamente la mirada registra, por lo tanto es personal y, en ese sentido, autoral. El territorio, amplio tema de discusiones y posiciones, abarca en este número las problemáticas relacionadas con las contingencias locales o internacionales, siendo Chile un eje de posicionamiento inicial donde las producciones son desarrolladas en los últimos años por fotógrafos emergentes, situándose con sus miradas en las distintas realidades locales. De igual manera, desde Colombia entramos al conocimiento de lo que acontece con la fotografía y sus autores, generando cruces entre países que habitan en el mismo territorio y geografías de identidades.
Apostamos a elevar la fotografía como una herramienta discursiva, necesaria y relevante en la contemporaneidad actual.
Año de publicación: 2016