1605 es el año dichoso en que se dio comienzo a una nueva era para el lector desocupado y holgazán: don Juan de la Cuesta, en su imprenta de Madrid, dio a conocer la vida y la pasión —y diez años después la muerte— de nuestro señor don Quijote de La Mancha, hidalgo de agudo ingenio y esforzado brazo, que de tan pensieroso vino en loco y se hizo caballero por puro desatino ante los ojos atónitos de sus vecinos de Montiel y los compasivos de su cronista, don Miguel de Cervantes Saavedra, héroe de las guerras de Italia, biennacido en Alcalá de Henares y malherido en la refriega de Lepanto empuñando su sable por Carlos V.
Ochenta y tres pliegos tuvo esa primera edición y, a razón de tres maravedís y medio por pliego, se estipuló un precio de doscientos noventa maravedís y medio para su venta, que se hacía en casa de Francisco de Robles, librero del rey. La edición que presenta Panamericana Editorial ha sido cotejada con la de José Ballesta Editor, hecha en 1945 en Buenos Aires, verificada a su vez según aquella edición príncipe de 1605. El poeta colombiano Jaime García Maffla tomó el encargo de escribir prólogo y notas a pie de página especialmente para esta edición, que se ha ilustrado con los hermosos grabados de Ricardo Balaca y José Luis Pellicer, hechos para la edición barcelonesa de Montaner y Simón de 1880.