DURANTE mucho tiempo ha quedado estereotipada la imagen de Keats como poeta refinado y ultradelicado, que murió víctima de la incomprensión y crueldad del mundo literario de su época; es decir, ha pervivido la idea romántica de Keats como poeta maldito. La imagen de Keats entronca mejor con la de aquellos posteriores poetas
?puros? para los que el sentido poético es siempre absoluto y nunca circunstancial, y