Uno de los tres o cuatro mejores escritores que escriben en español actualmente.» Roberto Bolaño Es el último día del año en un edificio en construcción en Buenos Aires. Los departamentos #seis viviendas de lujo, una por piso# deben entregarse ese 31 de diciembre, pero no están terminados. En la mañana los futuros propietarios visitan el lugar, suben y bajan por el edificio acompañados por el arquitecto y los decoradores, mientras los albañiles trabajan. Alrededor de todos ellos flotan desnudos los fantasmas. Son extrañas y muy naturales presencias en la hueca estructura deshabitada e inacabada. Aquí todo ocurre como si nada pasara, como si tuviéramos en las manos un lento relato, esmerado en las descripciones físicas del escenario y de los juegos de la luz dentro de su estructura, extrañamente abstracto en su minuciosidad, y extrañamente tensado por el fantástico vuelo de los fantasmas. Pero esto es apenas el principio. El genio narrativo de César Aira nos lleva a otra historia, y las páginas que comienzan con los futuros habitantes terminan en la cena de año nuevo de los veladores... Como en otros libros de Aira, sólo al terminar de leer Los fantasmas la historia cobrará sentido, retrospectivamente, de una manera absolutamente única, propia de este escritor fascinante.