Siempre es bueno volver a los clásicos y, sobre todo, a los cuentos tradicionales que nos dejan un significado profundo de la vida, la psiquis y sus conflictos, a través del simbolismo que representan con sus diversos elementos. A decir de Bruno Bettelheim, en el libro El psicoanálisis de los cuentos de hadas: “Al mismo tiempo que divierte al niño, el cuento de hadas le ayuda a comprenderse y alienta el desarrollo de su personalidad.”
En esta oportunidad, el excelente ilustrador Anthony Browne nos deleita con su propia interpretación gráfica del cuento “Hansel y Gretel”, incorporando elementos que nutren aún más la historia desde el punto de vista visual: juegos de sombras, expresiones faciales (o falta de ellas), el uso de la paleta de colores para transmitir emociones, son algunos de los rasgos que podemos observar y sentir en este libro que, además, respeta la obra original de los hermanos Grimm, relevando el cuento clásico a sus singularidades simbólicas que la han hecho trascender.
Mientras avanzamos por sus páginas, vamos de la mano de estos dos hermanos que se adentran en el bosque para superar el obstáculo de estar solos y luego encerrados en casa de la bruja. En ese paso iniciático la narración tanto visual como escrita nos invita a vivir esa experiencia con ellos, a sentir su angustia y también su alegría cuando logran el objetivo de volver a casa y “ser felices para siempre”.
Autores: Hermanos Grimm.
Ilustrador: Anthony Browne.
Editorial: Fondo de Cultura Económica.
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