Relato de un tiempo de reivindicación violenta de los derechos y deseos de América Latina, Historia de Mayta se desarrolla en 1958, durante una intentona revolucionaria trotskista. Vargas Llosa dibuja un perfecto mural de los movimientos de izquierda de la época y nos conduce hasta los límites de la verdad. Porque la historia procede de las ficciones personales, y el lenguaje de la invención traiciona inevitablemente la experiencia real. La novela va mucho más allá de las lecturas políticas a las que en su momento se redujo. Hoy, además, nos deleita con toda la altura literaria de Mario Vargas Llosa.