Enrique Florescano expone la importancia que ha tenido el cuerpo dentro del desarrollo de las distintas civilizaciones mesoamericanas, así como la conformación de identidad histórica como resultado de esta concepción corpórea. El autor muestra las diferencias entre culturas como la olmeca, maya y mexica, exponiendo también sus convergencias dentro de la concepción mística y divina. Los rasgos corporales se nos muestran en las diversas expresiones artísticas de cada cultura, como lo fueron la escultura, pinturas murales, estelas, construcciones y códices.