Los poemas de Inclinación de Jean Sprackland describen un mundo frágil y peligroso, sin las certezas más básicas de la física o la geografía. Sus voces o personajes viven siempre conscientes de la posibilidad de un desastre no-identificado, desastre del que son y somos, de algún modo, los responsables. El caos se cierne sobre sus/nuestros hombros, bajo la forma de inundaciones, huracanes, icebergs desprendidos de su lugar de origen; en este universo las aves migratorias pierden su rumbo y “caen como granizo”, los zoológicos son abandonados por los animales, la Tierra gira fuera de su eje, los mapas dan cuenta falsamente de un territorio que en realidad es desconocido, indeterminado.