Jorge, un joven que deserta del sistema escolar, trata de salir adelante haciendo trabajos insignificantes que lo colman de hastío; Catalina, con un cartón profesional inservible, no encuentra otro camino que cerrar los ojos; Cristian, intentando borrar su huella delictual, busca refugio en el lugar equivocado.
Y así como ellos, otros personajes sin nombre arrastran su existencia por veredas oscuras y violentas.
Con un lenguaje cotidiano y un novedoso estilo narrativo, Las alarmas nos muestra una dura fotografía de personas reales y perfectamente reconocibles que van tomando lo que la vida les ofrece.
«Los relatos que integran Las alarmas se relacionan entre sí pues están atravesados por un mismo gran tema: la desesperanza. Varios de ellos nos hablan de jóvenes que deambulan en una sociedad que no les ofrece nada. Hombres y mujeres que luchan por abrirse un pequeño espacio, por obtener una mínima posibilidad pagando un alto costo».