Las "memorias" constituyen un género literario de particular valor entre quienes se atreven a escribir sus recuerdos, al vuelo de una pluma libre de ataduras formales, inspirados en las emociones y sentimientos de los autores.
Jorge Pinto Rodríguez, una vez más, dada la versatilidad, coraje y oficio propio del historiador, nos brinda una prueba más de como salir airoso de la tarea tal vez más difícil, mirar al espejo de su propio pasado el recorrido de su vida, sin concesiones ni sentido de oportunidad. Lo ha hecho con el rigor de la "identidad" de siempre, consecuente con aquello que sigue siendo como persona, lo que los "otros" esperan que sea, en cualquier circunstancia de su vida y en particular, al momento en que hace pública las "memorias de un historiador mirando al norte", basadas en valores que han sido también los de quien escribe estas líneas: nuestro territorio, semiárido, de valles maravillosos y pueblos más encantadores; la Historia, que hemos cultivado con pasión; y, convicciones políticas que compartimos desde la juventud.
Sean, entonces, bienvenidas estas páginas "confesionales" de un historiador reconocido, agudo observador de escenarios históricos complejos y contradictorios, que le ha correspondido vivir.
