Adelmo Farandola es un viejo malhumorado y desmemoriado, a quien la soledad ha vuelto loco. Su vida transcurre escandida por las estaciones, entre veranos que pasa aislado en un campamento perdido en la montaña e inviernos de oscuridad y delirios en su refugio enterrado bajo metros de nieve. Hasta que un día, junto al perro insistente y hablador que le hace compañía, ven despuntar, en la pared de una avalancha de nieve que cae sobre el valle, un pie humano.