Madrid, primeras décadas del siglo pasado. Elisa, aunque de origen humilde, es criada desde niña por su
madrina, una adinerada mujer perteneciente a la alta burguesía madrileña. La sensación de no
pertenecer a un lugar y de cierta rebeldía ante los designios que otros han trazado para ella, sin su
parecer, será algo que marcará su vida. No sólo buscará escapar a las limitaciones que se le imponen a
la mujer en esos comienzos del siglo XX, a través de la escritura periodística y haciéndose pasar por un
hombre, sino que finalmente, tras años de un matrimonio conveniente, pero sin amor, Elisa decidirá tomar
las riendas de su vida y entregarse a quién será su verdadero amor: un compañero de oficio con el que le
une un pasado y un nombre.