Para un adolescente veracruzano el verano del 2003 comenzó el día en que tomó su primera clase de manejo. Ese hecho común pronto se convierte en el símbolo de las vacaciones que está por vivir: al mismo tiempo que enfrenta los problemas de su familia y es partícipe de las andanzas del grupo de rock que forman sus amigos, se enamora de una chica norteamericana recién llegada a México con quien tiene una relación sellada por estar fuera del idioma materno: al no tener un perfecto inglés, el mejor medio que tiene para acercarse a Mary son las cartas que escribe utilizando las letras de sus grupos de rock favoritos.