«Este libro basta para abrir toda una inteligibilidad de las cosas. De
los grandes libros de ;sabiduría;, es efectivamente el más breve (tan
sólo cinco mil caracteres en chino) y no obstante es completo, no le
falta nada, su pensamiento es de una pieza; se puede decir incluso que a
lo largo de sus ochenta y un párrafos no progresa, no añade nada, no
hace sino variar alrededor de la misma idea. Mejor dicho, aquello
alrededor de lo cual no deja de variar no es propiamente una ;idea;. Ni
tampoco una creencia. No se dirige ni a la fe ni a la razón: desconoce
esta tradicional diferenciación nuestra. No pretende ser teoría, ni se
jacta de ser Revelación. Desconfiando de cualquier construcción de la
mente y de la codificación que ésta impone, nos remite a lo que no
podemos sino disfrazar apenas lo nombramos, lo que no dejamos de
sobrecargar y que llamamos convencionalmente lo natural. Su traductora,
Anne-Hélène Suárez Girard, ha dado con el enfoque adecuado: el de leer
el Lao zi como lo leen los chinos. Es decir apoyándose en la tradición
del comentario, tratando de traducir todo y permaneciendo lo más cerca
posible del texto chino, glosando y añadiendo lo menos posible al texto.
O sea proyectando lo menos posible»
Lao Zi
Siruela