Se suponía que la misión había terminado. Simon Snow ha hecho todo lo que se suponía que había que
hacer: ganar al malo, ganar la guerra... ¡hasta se ha enamorado! Ahora llegaba lo bueno, ¿verdad?
Entonces ¿por qué está Simon apoltronado en el sofá?
Lo que necesita, según su mejor amiga, es un cambio de aires. Y así es como Simon, Penny y Baz
terminan cruzando el salvaje oeste americano en un descapotable antiguo.
Y se meten en líos, claro (líos con dragones, vampiros y unos bichos que tienen cabeza de mofeta y van
armados con escopetas). Y se pierden. Se pierden tanto que comienzan a dudar si en realidad sabían
a dónde se dirigían...
Vamos, Simon Snow. Aunque tu heroica misión haya terminado, tu vida no ha hecho más que empezar.