Obra ya consagrada de la literatura mexicana del siglo xx, puede leerse como una poderosa novela política que rescata un capítulo aún reciente de la historia de México: la masacre de Tlatelolco. Sin embargo, la extraordinaria capacidad narrativa de Del Paso la convierte, más allá de toda denuncia, en una exuberante fiesta del lenguaje y la dota de un sentido totalmente inédito. A través de una reelaboración artística del vocabulario médico y anatómico (Palinuro es un joven estudiante de medicina que se ve envuelto en el conflicto estudiantil) se crea un juego de espejos cuyo papel es, más que sobreponerse a la realidad, recrearla y estilizarla a través del lenguaje, verdadero protagonista de la novela. El autor construye una monumental parodia donde todo parece excesivo, una narración polifónica que se vale de la lengua, la cultura y la recreación de todos los mundos imaginables para ofrecer una trama que mantiene un vínculo ambivalente con la historia reciente de México. “Palinuro es una novela de una audacia tremenda, una novela morosa, digresiva, densa con una atención a las seducciones del lenguaje; una novela entrañable más conmovedora que graciosa, una novela del cuerpo, una novela enloquecida que no se puede parar de leer”. Joaquín Diaz-Canedo “Esta obra maestra respira por todos sus poros el deseo de libertad, contiene el espíritu de 1968, qué es el espíritu de 1968: libertad, goce, transgresión, delirio, voluntad, deseo, todo; un nudo inefable que reanuda y desanuda este México”. Agustín Ramos “Debo aclarar que Palinuro de México es de todos mis libros el favorito por su alto contenido autobiográfico, pero que yo no soy Palinuro porque ese contenido ha sido intensamente recreado y el resultado es: el personaje que fui y quise ser y el que los demás creían que era y también el que nunca pude ser aunque quise serlo”. Fernando Del Paso