Debiera comprenderse que un viaje, es decir el contacto con otras civilizaciones, es sólo una herramienta que trabaja sobre un material que ante ella se pone; de ningún modo una clave para crear de la nada ese material. Y lo que a diario vemos son centenares de seres sin materiales, que la herramienta (aquí me la imagino punzante y múltiple) perfora, atraviesa, agujerea sin hallar la resistencia necesaria para hacerle hacer un buen trabajo. Agujerea. Esa es la palabra. El turista de regreso es