«...Antonio Chambert joven profesor universitario de literatura es un prodigio de antipatía, necedad e inmadurez, pero al mismo tiempo un melómano, un políglota y un lector exquisito, incapaz de ser buen hijo, buen amigo y buen marido. Como se puede apreciar, una criatura coetzeeana compositum que reúne lo más deplorable y contradictorio de los desadaptados. (...) Una sombra en la noche es el aldabonazo con el que Cristóbal Pérez Barra llama a la puerta de la narrativa chilena.»Fernando Iwas