El Señor Cuervo, ente de poder que alude tanto a la figura del patriarca como a un círculo familiar represor, es el eje siniestro que une a las distintas enunciaciones que hay en este libro. Sean blancos o negros, niños o adultos, los sujetos se encuentran aquí bajo el yugo compartido del sistema de mercado y la maquinaria social, racial, sexogenérica, en cuyos intersticios una hablante reflexiona con humor e ironía sobre su situación como sujeto femenino discriminado y sometido a diversas forma