La dirección escolar está sometida hoy al influjo de la cultura neoliberal. Algunas corrientes de pensamiento pretenden ver la escuela como una empresa y al director como un gerente. No comparto esta forma de pensar. Veo más bien al director como un primus inter pares, como un coordinador de un proyecto apasionante, como un factor que impulsa el crecimiento. No es un capataz o un general, es un director de orquesta. El libro pone el foco en el liderazgo escolar y aborda cuestiones tan interesantes como el sentido de la función, los motivos que conducen a ella, las funciones y estilos de dirección, el papel de las mujeres, la evaluación de la escuela... Y plantea los problemas que generan los jefes tóxicos en educación. Me gustan las metáforas para expresar ideas, aunque sé que la metáfora ilumina una parte de la realidad y deja otras partes en la penumbra. Metamos en una bolsa de plástico una manzana con varios caquis, nísperos o cualquier otra fruta que no esté madura. Al cabo de unos días las frutas que están en contacto con la manzana madurarán. El efecto se debe a las feromonas que tiene la manzana. Esa influencia de la manzana me parece una excelente metáfora de la dirección escolar.