En nuestra narrativa abunda la bildungsroman, ese tipo de novela que narra el aprendizaje de personas y personajes al interior de una comunidad. ¿Será porque la idea de nación chilena está también en constante forja? Las novelas de formación chilenas propone una nueva mirada a esta tradición definida, según György Lukács, por «la reconciliación del individuo, guiado por su experiencia vivida del ideal, con la realidad social concreta». En su reconocible prosa persuasiva, Grínor Rojo abre lecturas críticas no sólo a los relatos de aprendizaje de Francisco Coloane y de Roberto Bolaño, de Alejandra Costamagna, de Antonio Skármeta y de Alberto Fuguet, sino además propone considerar el largo ciclo novelístico que Manuel Rojas centra en su protagonista Aniceto Hevia como el reverso que discrepa con todos esos órdenes. Este ensayo revisa un modelo a través de un contramodelo admirable para plantear en forma colectiva un proyecto de sociedad que se cuestione sus páginas excluyentes.